domingo, 4 de diciembre de 2011

Porsiaca.

Piensa lo que te de la gana, ni siquiera lo sabré, opina de mi lo peor que se te pueda pasar por la cabeza, intenta odiarme, es más, odiame, pues yo misma me odio, pensaba que aquello era más fuerte que un naufrago, al menos eso contabamos, al menos eso creiamos, no se si volveremos a vernos, por mucho que nos miremos, algo de lo que antes estaba completamente segura, pues tu eres mia y yo soy tuyo y si veo que algo me inspira huyo, ¿no? já, huir, que facil y sencillo, acudiendo a otras musas desqueridas, vaciandonos los bolsillos, llenandome de vacio, llenandonos de tal vacio, da igual, si fue por pito o por flauta, ni quiera importa. Importa que recuerdes, poder abrir ese puto cajón y mirar debajo, y que seas lo bastante valiente, que llores, no de tristeza, de felicidad, de aquella inefable felicidad, que mires encima del anaquel de tu cama, y lo recuerdes con una sonrisa en la cara, que sientas las llamas, todo lo demás da igual, si puedes volver atrás con tan solo destapar una caja roja, no creo que quieras hacerlo, yo ni siquiera me permito recordar, que ironico, no creo que tenga que decirte nada, ni pedirte, ni siquiera que explicarte me conoces bien, lo sabes, incluso mejor que yo misma.

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